Desde hacen unos años el tema de la Ley de Atracción ha arrasado el mundo, gracias en gran parte al exitoso libro y documental titulado “El Secreto” de Rhonda Byrne. Libro que según las últimas estadísticas vendió sobre 19 millones de copias y ha sido traducido en 46 lenguajes desde que salió en el 2006.
Lo malo es que como muchos no la comprenden, la poquita información que obtienen se presta para confusión, y en algunos casos mucha, pero mucha frustración.
Aún recuerdo que cuando vi el documental literalmente me volví obsesionado por saber cómo funcionaba y cuál era mi verdadero rol en la vida. Así que me puse mi sobrero de científico y comencé una misión enfocada en comprender la ciencia detrás de esta filosofía.
Luego de cinco años, cientos de libros y seminarios, miles de horas de estudio, decenas de maestros, y un sinnúmero de técnicas aplicadas, llegué a estas tres conclusiones:
Primero: Muchos que se autoproclaman “maestros” no saben de lo que hablan.
Segundo: La ley de Atracción es algo tan natural como lo es la Ley de Gravedad.
Tercero: No siempre tendrás lo que quieres pero si atraerás según lo que realmente eres.
Como dice el título, mi propósito en esta Parte 2 es desmentir algunos mitos sobre esta ley. De esa manera separarás lo útil de lo absurdo para que te conviertas en esa persona que atrae la suerte ante cualquier situación.
Mito #1- Tienes que ser bien específico en lo que quieres.
Cuando comencé en esto, me encontré con maestros que promovían el ser bien específico en nuestras metas mientras otros preferían que fuese un poco más relajado y general. Cosa que me causó una tremenda diarrea mental. Entonces, ¿cuál es?
Lo que te puedo decir es que todo depende de cómo te sientas con relación a la meta.
Por ejemplo, si ser específico te causa miedo y ansiedad, probablemente te ayude el ser más general para así mantenerte abierto a otras alternativas. Pero, si te sientes cómodo siendo bien específico, mantente así hasta que logres el resultado que esperas. Sea cual sea recuerda que la calidad de tus emociones son las que atraen la calidad de tus resultados.
Mito #2 – La Ley de Atracción es una filosofía nueva
La ley de atracción no es algo que se inventaron para vender sueños o para llenar seminarios – aunque algunos piensan que es así. La misma forma parte de una serie de leyes universales que siempre han existido. Pero no tomes mi palabra, ¡investiga!
Busca bien y encontrarás información que data desde la época griega hasta en la biblia. Maestros como Hermes, Buddha, Jesús, Tesla, Planck, Emerson, Neville,… todos han expresado sus conocimientos sobre estas leyes, cada uno con la intención de ayudarnos a aceptar lo poderosos que somos.
Se cree que la primera vez que se usó el nombre “Ley de Atraccion” fue en 1887 en el libro “Isis Unvield”, y luego el tema se popularizó en uno de mis libros favoritos, “La Ciencia de Hacerse Rico” de Wallace D. Wattles 1910.
Mito #3 – La Ley de Atracción es algo “supernatural”
Haz un experimento. Ve a la selva y visita a alguna tribu que viva completamente aislada de la sociedad moderna. Ahora ensénales tu celular y explícales para qué es y cómo funciona. ¿No crees que lo verán como algo supernatural?”
Vacúnate contra el virus de la ignorancia yendo más allá de lo que sabes. Haz como yo: estudia, investiga, refuta y aplica. Luego me dices si esto es un truco de mágico o si es una herramienta innata que solo necesitabas ajustar para tu beneficio. Hoy en día encontrarás estudios formales tanto en Neurociencia como en Física Cuántica demostrando que todos tenemos un efecto directo en tu mundo, más allá de lo que nos han hecho creer.
Mito #4 – Puedes usarlo para controlar a otros.
Tu poder es sobre tu vida, no sobre el comportamiento de los demás. Así que no trates de usar esta ley para castigar o para controlar a otros porque solo tú saldrás afectado. Lo que si puedes hacer es ver tu situación desde otro punto y preguntarte el por qué estas personas están en tu vida.
Después de todo, cada persona que te rodea está ahí para educarte, para motivarte, o para reflejar algo que debes mejorar en ti.
“Cambia tú y luego se ajustara lo demás.”
Mito #5 – Solo tienes que Visualizar.
La visualización es un tema interesantísimo que ha inspirado decenas de libros explicando sus beneficios. Así que vamos a poner las cosas en su lugar.
Lo que llamamos Visualización es un proceso importante donde usas tu imaginación para verte logrando el resultado deseado (hasta ahí estamos bien). Ahora, el secreto detrás de este proceso es que sirve para activar tus emociones positivas – ¡tú frecuencia!
En otras palabras, la imagen, la foto o la pelicula mental no sirve de nada si no hay una emoción que te sintonice a la frecuencia de lo que deseas tener. Y una vez captas una probadita de esa emoción se supone que la lleves contigo durante todo el día, no solo cuando meditas o cuando lo creas conveniente. Eso es la verdadera función de este proceso.
Mito #6 –Hay un límite en lo que puedes lograr.
El único límite entre tú y tus deseos son las ideas, los miedos y las excusas que cargas en tu cabeza. Si te fijas, en el mundo hay millones de exitosos que alcanzaron sus metas sin tener títulos, sin conexiones, sin estudios, sin dinero, superando limitaciones, criticas, obstáculos, rechazos, y cualquier otro tipo de fricción. Mientras muchos que lo tenían todo se quedaron en la mediocridad.
¿Crees que eso ocurrió por suerte?
La suerte la creas tú cada vez que haces lo que tengas que hacer para alcanzar una meta. Por eso es que Dios (o como le quieras llamar) te dio habilidades y deseos que deben manifestarse.
Ten fe y acepta lo que es tuyo aunque no veas la manera de que ocurra. Con el tiempo atraerás las ideas, las oportunidades, las personas, los libros, y lo que sea que necesites para cruzar cualquier rio.
Mito# 7 – Tienes que creer en ella para que funcione.
¿Acaso tenemos que creer en la ley de gravedad para caernos? ¡No! Pues aquí tampoco…
No tienes que ser religioso para creer en una inteligencia que siempre te está ayudando en tu jornada. Ten fe en que todo llega a su momento siempre y cuando hagas tú parte. Confía en el proceso y en tus habilidades.
Recuerda que el punto de esto no es el premio al final del camino sino la persona en la que te debes convertir para alcanzarla.