Este es el escenario. Tu esposa se fue con tu vecino (el mismo tipo que ella catalogaba como grosero). Tu perro se murió por comerse el chocolate que tu mismo dejaste afuera. Te despidieron del trabajo disque por la economía pero luego te enteras que tu plaza ya tenía nombre y apellido.
Esa misma semana te dieron dos boletos, uno por velocidad y otro por feo. Llegas a tu casa y hay un aviso en la puerta solicitando los 4 meses de renta que debes. Luego te metes a bañar y sin querer confundiste el shampoo con el depilador líquido de la zorra de tu ex.
Ahora estás calvo, sin pareja, sin perro, casi hasta sin casa y sin trabajo, y lo peor es que llevas años repitiendo la misma triste historia.
Desesperado buscas una solución rápida así que llamas a tu mejor amigo. Sin tartamudear te recomienda un supuesto brujo que es famoso resolviendo este tipo de problemas. Te da su número y sacas la cita.
Llegas a su oficina (probablemente decorada con artículos extraños de Hot Topic), le pagas y comienzas el proceso místico. Ahora estás hipnotizado con los cánticos, con la música, con el incienso y con los simbolismos necesarios para realizar un conjuro efectivo. Una vez terminado, algo en ti te dice, ¡puñeta me siento tan fucking liviano! No sé por qué pero algo me dice que mi vida cambiará.
Sales de ahí sintiéndote completamente renovado. Anas derechito, tranquilo, sonriente, y sobre todo con una perspectiva optimista de lo que viene. Ya dejaste de contar la misma patética historia de lo qué pasó o de lo que te hicieron. Ahora tu enfoque está en pasar la página y ser feliz. Este nuevo comportamiento comienza a crear un efecto positivo tanto en ti como en tu entorno.
Durante las próximas semanas notas cómo la gente responde diferente hacia ti. Las cosas en tu trabajo empiezan a mejorar. Adoptaste al perrito del vecino que te liberó de tu mujer (sin su permiso, por supuesto). Y hasta encontraste una chica hermosa, buena e inteligente que te complementa.
¿Será magia o será por otra cosa?
La Verdad Detrás de la Cortina
Perdona si exploto tu burbuja pero confía en mí cuando te digo que la verdad es mucho mejor que la fantasía. Este repentino cambio de suerte no tiene un carajo que ver con danzas especiales, sacrificios de animales, mantras, alineaciones celestiales, artefactos o gracias al favor de algún ser celestial. ¡El resultado viene del efecto que estos métodos tienen en ti!
Los amuletos, el horóscopo, las galletitas chinas, las monedas especiales, el voodoo, las fases lunares, las patas de conejo, las fuentes de pedir deseos, las ofrendas a deidades, las estatuas que lloran, los collares de cuarzo y hasta Paul, el famoso pulpo adivino (RIP), son completamente neutrales hasta que tú le das poder. O sea que no es el método sino cómo te hacen sentir, siendo tus emociones las que de una manera u otra forman la realidad que creas y atraes.
Eso significa que ese nuevo estado emocional literalmente te cambió a ti, no al mundo. Y como el cambio comienza contigo, por ley lo demás se debe ajustar para reflejar tu nueva y mejorada personalidad.
¿Pero sabes qué? No me creas……, solo inténtalo y verás como:
- Tu actitud se vuelve más segura y positiva.
- Te sentirás motivado a actuar.
- Emitirás confianza hasta por los poros.
- Tu nueva vibra atraerá a personas y circunstancias congruentes con tu nuevo Yo.
- Constantemente buscarás evidencia de que todo va bien.
- Serás más resiliente ante los cambios.
El proceso es simple. Solo imagínate que desde hoy en adelante todo te saldrá bien. No como una fantasía sino como un echo. Camina, habla y actúa como si fueses un imán de bendiciones. Recuerda que estás bregando con un poder real así que No le digas a Nadie lo que estás haciendo ni te pongas a buscar evidencia. Como un conjuro sólo asume que el trabajo ya se hizo.
Y si, la magia si existe.
Siempre ha vivido en ti…
Juancho