Todos ya sabemos la famosa historia sobre los hermanos Wright – dos humildes mecánicos de bicicleta que sin dinero, sin conocimientos sobre aeronáutica, y sin apoyo externo lograron ser los primeros en volar aun cuando tenían todo en su contra.
Lo que probablemente no sabes es que había otro compitiendo por el mismo objetivo.
Te presento al Sr. Samuel P. Langley, un profesor de astronomía y matemáticas. Autor
de varios libros sobre aeronáutica. Inventor y director del instituto Smithsonian. Y para finales del 1800’s Langley había logrado varios exitosos experimentos usando prototipos de aviones. Para añadir a su grandeza, el gobierno de los Estados Unidos le otorgó $50,000 para que ganara esta carrera y creara un avión funcional. Oh, y olvidé decirte que este genio contrató a varios ingenieros que se supone haría su trabajo aún más fácil.
Pero como ya sabemos, el resultado fue diferente… Con todo y sus títulos, su dinero, y su apoyo, Langley no pudo superar sus fracasos. “Si, ¡El genio se rindió!”
Entonces, ¿Cuál fue la diferencia entre Langley y hermanos Orville y Wilbur?
Sencillo – Langley solo estaba Interesado en agrandar su estatus y reputación mientras los hermanos Wright estaban comprometidos en cambiar al mundo. Misma meta, diferentes motivos.
Interés vs Compromiso
Cuando alguien está “interesado” en lograr algo notarás que se distingue por hacer lo conveniente. Lo fácil. Lo que hace todo el mundo. Tiende a ser mega competitivo. Y sus motivos para sobresalir son meramente para alimentar su ego. Por eso se rinden cuando se encuentran retos que ponen sus intenciones a prueba.
Como solo quieren acumular otro trofeo no se molestan en desarrollar la disciplina o la paciencia que los llevaría a evolucionar. Pues para eso debes estar realmente comprometido con el resultado.
Un ser comprometido con su meta hará literalmente lo que sea que tenga que hacer para alcanzarlo – Si ¡lo que sea!
Para ellos no existen excusas, obstáculos o limitaciones que se interpongan entre ellos y lo que les pertenece. En gran manera se dejan llevar por su visión. Y su motivación viene desde un lugar de amor y un sentido profundo de propósito. Por eso los veras practicando más que los demás; Siempre están en búsqueda de más conocimiento; Se levantan enfocados y determinados: Aprenden de sus fracasos; Y en ocasiones piensan en cómo pueden servir mejor.
Así que preguntate esto antes de perder tu tiempo en otro antojo:
¿Estaré dispuesto a hacer lo que sea por el tiempo necesario?
Parecen una pregunta tonta pero tu futuro y tu progreso no son temas que debes tomar a relajo. Lograr una meta importante no es fácil – eso ya lo sabes. Así que comprométete al resultado o muévete hacia otra cosa.
-Juancho
Success Neurocoach