¿Sientes que te chuparon la alegría?
¿Te afecta lo que otros diga, piensen o hagan?
¿Te desanimas cuando te critican?
No se puede negar que vivimos en una sociedad obsesionada con malas noticias y los dramas ajenos. Solo mira la mierda que ponen en MTV. Antes ponían música pero ahora hay que chuparse un sinfín de reality shows donde cada uno se pelea por la posición de quién más patético. Te lo juro que es como si vivir bajo estrés y sentirse ofendido por todo fuese lo normal.
Ahora imagínate si tuvieras el superpoder de mantenerte tranquilo ante cualquier problema, situación o evento. (Esto no aplica a colisiones con asteroides, hoyos negros, tsunamis inminentes o la reelección de Trump. Ahí tienes permiso de preocuparte.)
Pues déjame decirte que este poder ya está en tus manos. Los estoicos le conocían como ¡EL PODER DE LA INDIFERENCIA!
(¿Soy yo o tú también lo leíste escuchando la voz de James Earl Jones?)
ORÍGENES DE ESTE MEGA SUPERPODER
La filosofía estoica define la indiferencia como esa habilidad que todos tenemos para mantenernos neutral ante situaciones que están fuera de nuestro control. O sea que en vez de salir llorando porque una niña de siete años te dejo una crítica en tu video de Tik Tok, podrías recordar que tienes cincuenta años y que nadie te mando a entrar ahí. Si eso no funciona también puedes dejarla por loca y seguir grabando videos que te gusten. El punto es que no puedes dejar que otro domine tus emociones, porque si te enojas y amenazas a esa pobre niña, perderás la guerra aunque ganes la batalla.
Imagínate esto….
Llegaste al trabajo y uno de los lambones del jefe te dice que se acabo de enterar que la compañía cerrará en tres meses. Dime, ¿Que vas a hacer?
- ¿Pelear con el dueño?
- ¿Amarrarte con cadenas en tu cubículo?
- ¿Quejarte con recursos humanos?
- ¿Someterte a una evaluación psiquiátrica?
Eres libre de hacer lo que te de la gana, pero eso no cambiará el hecho de que la compañía cerrara. Y si no haces algo, te unirás al coro de personas que se sientan a esperar a que Supermán o el gobierno los salve.
Mira, la compañía no será tuya pero tu futuro lo decides tú. ti. En vez de ponerte histérico, vuélvete indiferente al drama y trabaja en buscar una solución.
“Pero Juancho, ¿Y si mi novio se escapa con mi hermana el mismo día de nuestra boda?
¿Se supone que no sienta nada?”
Pues claro que vas a sentir algo. No eres una fucking piedra carajo. Ahora, esto no es excusa para que te amargues por el resto de tu vida. Tómalo como aprendizaje para que dejes de escoger pendejos.
“Pero Juancho, ¿y si aparece una pandemia que me puede matar?”
Actualmente estamos pasando por la amenaza real del coronavirus, Covid – 19 o cómo le quieran llamar. Las reglas serían lo mismo. Busca información útil y haz todo lo que esté a tu alcance para que tu y tu gente esté segura. Fuera de eso el virus hará lo que hacen los virus – jodernos la existencia. Desgraciadamente gente se enfermará y algunos moriran; eso no está bajo tu control. Lo que sí puedes hacer es dar el ejemplo manteniendo la calma, ignorando el sensacionalismo de los noticieros e informándote de fuentes confiables para que tomes medidas de seguridad
Saca cinco minutos y divide tu vida en cosas que puedes controlar y cosas que NO puedes controlar. Cuando suceda un evento pregúntate, ¿Esto está bajo mi control? ¿Puedo hacer algo para evitarlo? ¿Sacó algo con molestarme? ¿Que alternativas tengo? ¿Que puedo sacarle a esta experiencia? ¿Como puedo evitarla en el futuro?
Jamás vuelvas a dejar que nada ni nadie manipule tus emociones. Ignóralo como ignoras a al que te hostiga por chat o cuando te visitan los Testigos de Jehova. Dale importancia a lo que importa. Lo que no controlas lo sueltas y lo que si controlas lo trabajas. Nada más que decir.
Y tu……
¿En qué te enfocas?
¿Qué harás hoy para superar lo que no puedes cambiar?
¿A qué le darías importancia si supieras que moriras en dos años?
¿Que o quien se merece tu indiferencia?
Juancho