¿Sabías que tu imaginación es la mejor herramienta que tienes para lograr tus metas?
Piensa que tu imaginación es como una llave maestra que puede abrir una de dos puertas. Detrás de la primera encontrarás posibilidades para progresar, te sentirás auto-motivado y tu mente estará llena de buenas ideas. Sin embargo, si escoges la segunda encontrarás toda clase de problemas, limitaciones, obstáculos y tu cabecita estará llena de todo los posibles fracasos que pueden suceder.
¿Quieres saber cómo abrir la primera puerta?
Comienza por identificar una meta o un cambio importante que deseas realizar. Puede ser desde una casa nueva, generar un cambio de comportamiento, mejorar tu relación, crear tu cuerpo ideal o progresar en tu carrera. El límite lo pones tú.
De ahora en adelante debes tener todos tus sentidos enfocados en el premio para que tu cerebro encuentre la mejor manera de lograrlo. ¿Ya sabes lo que quieres? ¿Estás dispuesto a pensar diferente? Comencemos…
Primer Paso: Relájate
¿Cuantas veces has tratado de resolver un problema complejo mientras estas en estrés? Usualmente no llega ni una idea pero una vez nos relajamos y pensamos en otra cosa la solución llega de la nada a nuestra cabeza. Esto sucede porque la creatividad se fortalece cuando estamos tranquilos y libres de peligro. Por eso necesitas relajar tu mente para recibir una de esas ideas brillantes que pueden traerte lo que quieres. Si no me crees estudia la vida del gran Albert Einstein; el obtenía sus mejores ideas sentado en su sofá favorito o después de una siesta.
Hay muchas maneras de relajarte. Puedes sentarte solo en la playa o en el parque, practicar Yoga, estar en un área tranquila de tu casa o meditar. Para acelerar el proceso y bloquear pensamientos negativos has una lista mental de todas las cosas buenas en tu vida mientas repites la frase “gracias” por cada una de ellas. Luego de 5 minutos de relajación notarás como tu mente se torna más clara, estable y eficiente. Momento preciso para seguir al próximo paso.
Segundo Paso: Visualiza el final
Esta es la parte más importante del proceso. En vez de ver tú meta como algo lejos que aún no ha sucedido piensa desde el final imaginándote que ya lo lograste. Por ejemplo, si quieres ser el mejor atleta en tu deporte imagínate recibiendo el premio o el reconocimiento por haberlo logrado.
Imagínate que estas dirigiendo tu propia película del éxito e imagínate a tu jefe, a tus compañeros y tus familiares felicitándote por el resultado que quieres alcanzar. Disfruta del proceso de visualización y date permiso para sentirte como si tus sueños fueran realizados. Enamórate de tu visión y haz tus imágenes lo más grande y brillante que puedas para que los obstáculos se vean insignificantes comparados con lo que vas a lograr. Insiste en ver las cosas como tú quieres que sean y no te dejes desviar por las limitaciones actuales.
Tercer Paso: Crea un estado habilidoso
Como todo un actor debes dejar atrás las inseguridades y convertirte en esa persona que deseas ser. Debes hablar, caminar y comportarte de una manera positiva y confiada para que te sientas empoderado al momento de tomar las acciones necesarias. Vive en el estado mental que tendrías si supieras que el éxito ya es tuyo y conviértete en esa persona que llama la atención con su presencia.
Mantente siempre humilde y juega el papel del estudiante aunque por dentro sepas que eres un maestro en proceso de ser realizado. No importa si quieres lograr algo grande o pequeño lo que importa es hagas reconozcas que si tienes las habilidades y las ideas para lograrlo.
Cuarto Paso: Repite el proceso
Crear una visión poderosa puede tomar un tiempo así que saca por lo menos 15 minutos al día para visualizar el final feliz de tu película hasta que sientas que de una manera u otra lo vas a lograr.
Puede que al principio no notes nada diferente pero créeme que en el momento indicado tú subconsciente te dará las ideas que necesites para hacer tu sueño una realidad.