A nadie le gusta lucir como un idiota. Sin embargo a veces jugamos el papel como unos verdaderos expertos.
Evita convertirte en otro de esos tontos con exceso confianza evitando estos 4 hábitos que reducirán tu IQ.
1- El “ya lo sé”
¿Haz hablado con alguien que dice sabérselo todo?
El problema del “ya lo sé” es que crea una barrera invisible que no te deja aprender nada nuevo. Por ende te embruteces con cada día qué pasa.
Esto se ve mucho en personas prepotentes que se niegan a retar lo que conocen por miedo a quedar mal. Por eso se vuelven obsoletos.
No quedes como un pendejo. Mejor sonríe, di gracias y observa a ver si hay información útil que te pueda beneficiar.
2- Recostarte de un diploma
Si tener un diploma fuese el secreto de el éxito las filas del desempleo no serían tan largas. (Tampoco habrían tantas recetas de Zoloft o Xanax rondando por ahí).
Anótate esto por ahí: la escuela, el colegio, el instituto o la universidad sí te pueden ayudar a conseguir el trabajo, pero el éxito depende de tu compromiso de seguir aprendiendo.
Sea a través de libros o de seminarios, tu progreso depende de que absorbas la sabiduría de quienes ya están donde quieres llegar. Eso implica ir más allá de teorías para poder usar lo que realmente funciona.
3- Creerle a todo el Mundo
Si hay algo que me enorgullece de mis hijos es que los tengo bien entrenados para que cuestionen todo lo que vean o escuchen, así venga de mi.
Haz lo mismo y cuestiónalos todo hasta que encuentres tu verdad.
4- No aprender de tus fracasos.
El que no aprende de su pasado está destinado a repetirlo. Creo que esto se explica solo.
5- Andar con Brutos
Alguna vez te has preguntado, ¿por qué me rodea tanto morón?
¿Te digo?
Pues porque las personas iguales se atraen. (¿Te dolió eso?)
Por más “buenos” que sean tus amigos o familiares a veces hay que saber cuando cortar o crear distancia para permitirnos crecer. A esto se le llama amor propio. No es fácil pero si sigues ahí no le haces un favor a nadie.
Asóciate más con personas visionarias, optimistas y ambiciosas que te inspiren a superar tus límites. Aprende de ellos. Lee lo que ellos leen. Acostúmbrate a exigirte más de. Contribuye con tus propias experiencias y sabiduría. Se de los que aportan al mejoramiento del planeta, no de los que promueven una mediocre existencia.